Decisiones

26Abr20

En estos días, como siempre, pero especialmente en estos días, es curioso que muchísima gente está criticando a esa parte de la humanidad a la que, en general, suelen llamar «políticos». Curiosamente, ahí no hay distinción de ningún tipo. En políticos caben los políticos, las políticas, e, incluso, en algunos casos, meten dentro a los y las funcionarios y funcionarias.

Desde críticas constructivas (las menos) hasta críticas furibundas que se olvidan de algo: los y las políticos y políticas somos nosotros y nosotras, todos y todas.

Dejad que me explique.

El tema es que, cada día, cada uno y cada una de nosotros y nosotras tomamos decisiones. Día a día, tomamos muchas decisiones, incluso sin darnos cuenta.

Pues bien: las decisiones son la materia prima de la política. No es sólo que sin decisiones no haya política, sino que cada vez que tomamos decisiones hacemos política.
Ya sé que es más fácil llamar «políticos» a una parte y echarles encima la responsabilidad de las decisiones que toman, pero…¿acaso no estamos dejando que lo hagan? ¿acaso no estamos delegando demasiadas decisiones en ell@s? ¿acaso no estamos haciendo «dejación de funciones» cuando no tomamos las decisiones por unanimidad y con el debate que sea necesario? ¿o tomando decisiones urgente de forma urgente e ir analizando cómo son los resultados, y que medidas de mejora se pueden tomar?

Pues, probablemente, tal vez, debemos empezar a darnos cuenta de que todas y todos somos los políticos y, aunque empecemos por nuestro día a día, especialmente si empezamos por nuestro entorno espacio-temporal más cercano, sería interesante intentar ser coherentes con lo que pensamos, necesitamos y nuestro entorno (más cercano y más lejano) necesitamos.

Tal vez así, por fin, se empiece a hacer, de forma cierta, política.

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